(8) And tell me it’s over it’s only a dream(8)
El estruendoso ruido de mi despertador hizo que abriera los ojos de manera casi automática a la vez que me incorporaba exaltada, ¿por qué pasaban tan rápido las noches? No mejor, ¿por qué pasaban tan lentos los días de clases? Suspiré poniéndome en pie y me dirigí arrastrando los pies hasta el baño.
Tras asearme me vestí con unos pantalones pitillos de color marrón chocolate, un jersey de rayas “indias” que recogía los colores negro, salmón, azul caribe y crema, junto con unas converses negras; y recogí mi larga melena en una trenza de espiga lateral que dejé caer sobre mi pecho. ¡Mierda llegaba tarde! Cogí la mochila y salí disparada de casa sin desayunar. “Sigue así Taylor”, -pensé de manera involuntaria.
Ojalá supiera conducir deseé a la vez que andaba a paso ligero por las calles de Londres deseando llegar a la Universidad a tiempo.
[…]
-¡Louis! –Exclamé al ver la cabeza de Tomlinson por el pasillo del edificio de ciencias.
-¡Mira quién tenemos por aquí! –Exclamó él esperando a que me pusiera a su altura, -¡Ahora mismo estaba pensando en ti y en Harry! –Espetó, ¿eing? ¿A qué venía aquello?
-¿Y qué se supone que pensabas? –Pregunté con el ceño fruncido.
-En que deberíais apuntaros al concurso de talentos.-Dijo dejándome perpleja.
-¿Y qué talento se supone que tengo yo? Si se puede saber. –Comenté cruzándome de brazos.
Entonces el suso dicho calló para comenzar a rebuscar algo entre las hojas de su cartera, ¿pretendía encontrar petróleo? No sabía a dónde quería llegar. Y entonces me entregó una foto, una foto que me dejó atónita.
Era yo, yo con 7 años tras una de mis audiciones de piano. Sí, siempre había tocado el piano, digamos que tenía facilidad para dejar que mis dedos fluyeran sobre sus teclas y componer letras que encajaran con su preciosa melodía.
-Yo… -Balbuceé. –No sé qué decir. –Confesé.
-¿Por qué no dijiste que eras tú? –Preguntó parando en la puerta del laboratorio.
-No lo sé… pensé que quizá no os acordaríais de mí, o no querrías tener nada que ver conmigo. –Dije totalmente sincera.
-No deberías habernos mentido. –Afirmó un tanto dolido. –Tú eras nuestra Taylor, y apareces después de 8 años… ¡No sé! –Exclamó. –Podrías haber dicho algo. –Comentó y en ese mismo instante el timbre comenzó a sonar. “Gracias” –Pensé.
Louis entró en su clase sin más dilación, pero la verdad es que mis ánimos no estaban como para soportar una larga clase de matemáticas plagada de trigonometría y cosas que necesitaban de toda mi atención para ser resuelta así que tras un suspiró decidí que me saltaría aquella clase y comencé a andar hacía el baño.
Louis tenía razón, tras ocho años… ¡Debería haberles contado la vedad! Hoy se lo diría a todos, era justo.
¿Qué veían mis ojos? Cuando estaba llegando a los baños vi una mata de pelo moreno y rizado, Harry, apoyado sobre la pared y en frente de él, con una leve y corta distancia entre ellos una chica rubia y menuda, ¿Nuria? Sí, era Nuria… por alguna razón algo dentro de mí hizo que me pusiera furiosa y mis puños se apretaron repentinamente, “zorra”, pensé.
Pasé por delante de ellos y me introduje en el baño propinando un portazo tras de mí.
-Tengo que ir a clase, no puedo perderme el fin del temario de esta lección. –Escuché como pronunciaba las palabras aquella rubia.
-Está bien, que te sea leve. –Dijo Harry en lo que parecía una despedida.
Suspiré para intentar relajarme, ¿qué me pasaba? ¿Estaba celosa? ¡Me había alterado! Apoyé las manos en el lavabo y me miré en el espejo, ¿era posible que todavía siguiera sintiendo algo por Harry? No…
-¿Qué te pasa? –Preguntó él apoyándose en el lavabo contiguo al mío, ni si quiera me había dado cuenta de cuando había entrado.
-Nada, -musité. –Me he peleado con Louis. –Confesé y abrí el grifo para beber agua.
-¿Con Louis? -Dijo sorprendido.
-¡Sí! ¿A caso estas sordo? –Pregunté exasperada, pero me relajé rápido tras contar hasta cuatro mentalmente. Y una idea se me pasó por la cabeza, “gracias Louis”, pensé. –Oye… ¿A ti te gustaría participar en el concurso de talentos conmigo? –Propuse mirándole y el frunció el ceño.
-¿Y qué pretendes que hagamos?-Preguntó con ironía.
-A ver; yo toco el piano, compongo y canto… ¡Y tú cantas! –Exclamé, ¡mierda! Acababa de cagarla… ¿Cómo sabía que cantaba?
-¿Cómo sabes que canto? –Cuestionó elevando las cejas, había llegado la hora.
-Harry… -suspiré, -soy Taylor…
-Sí, ya sé que eres Taylor, ¿qué me quieres decir con… -Tras comenzar a hablar se cortó a si mismo mientras la sangre le llegaba a la cabeza. – ¿Taylor? –Preguntó incrédulo.
-La misma. –Sonreí avergonzada, no sabía cómo iba a reaccionar.
-¿Por qué narices no has dicho nada? –Exclamó de forma retórica a la vez que me estrujaba en sus brazos, cuan maravillosa sensación. -¡Al concurso que vamos! –Exclamó riendo a la vez que me abrazaba incluso con más entusiasmo y el calor de su cuerpo me embriagaba por completo dejándome en las nubes de un cielo realmente azul.
“Taylor 1 – Nuria 0”, susurró una vocecita en mi cabeza.
domingo, 6 de enero de 2013
jueves, 8 de noviembre de 2012
~Cruce de destinos, capítulo 10 (Narrado por Nuria);
La semana pasaba, y con ella los achuches y los besos de Harry y Taylor. Yo no los aguantaba, para mí se hacían muy empalagosos.
Andábamos todos juntos: los chicos, la tipa que un día mataré (Taylor) y yo.
Como casi no hablaba con Harry (porque la morena se pasaba el día detrás de su culo) me empeñé en conocer a fondo a los demás chicos.
Con quien más confianza cogí desde el principio es con Niall, el rubio irlandés.
Pasó una semana y unos días, y por la mañana, en el instituto, aparecieron Liam, Niall, Zayn y Louis disfrazados de teletubies. Taylor y Harry no paraban de reírse de ellos y de decirles un: “¿veis como ganaríamos?”. Yo me reí sí, pero no entendí a que venía eso.
(…)
-Eh, Nuria, ¿qué te pasa?- Estoy en mi nube. No me doy cuenta de quien me habla, asique me doy la vuelta y me encuentro con esos dos ojos azules que fueron mi apoyo desde el primer momento, Niall.
-No, nada, estoy pensando. –Se sienta a mi lado. Pone su vista a donde estoy mirando yo.
-Ya entiendo, Harry, ¿no?-Asiento. ¿Tan obvio es? Me abraza. –Vamos, no te rayes. Sonríe anda.
-¿Qué sonría? Porque me vengas de teletubie azul me da igual eh Niall.-Nos reímos.- Venga, en serio, míralos. Se ven tan felices… joder.
Y es cierto. ¿Qué de quién hablo? De Taylor y Harry, está claro. ¿Qué como están? Pues haber, estamos en el recreo. Harry la está siguiendo porque ella le tiró no se lo que al pelo. Ahora que consiguió cogerla (o mejor dicho, se dejó coger) la tiene agarrada por la cintura, y le está haciendo cosquillas. Ahora que acabó de hacérselas, ella le da un beso en la mejilla, cerca de los labios. Ella se sonroja y él pone su preciosa sonrisa.
Niall se dio cuenta de mi cara, de mi mueca de asco hacia Taylor. Asique me cogió del brazo y me llevó a dar una ‘vuelta’ por el patio.
-Tienes que aprender a controlar tus celos Nuria. -¿Celos? ¿De quién? ¿De Taylor? Por favor.. JAJA.
-No flipes Niall, no estoy celosa, solo que no me cae muy bien Taylor, nada más.- Nos miramos.- Venga, volvamos.
-Espera,-me agarra el brazo- prométeme antes de que lo vas a intentar.-Suspiro.-Prométemelo.
-Te lo prometo. Prometo que voy a intentar llevarme bien con ella. –Por muy difícil que sea.
(…)
-¿Dónde estabais?
-Fuimos a dar una vuelta Harry.-Contesto yo. Me fijo en que en la mesa donde estábamos solo hay dos sitios libres, o a la derecha de Harry, o a la izquierda de Taylor.- ¿Y yo dónde me siento?
- Aquí, a mi lado.-Harry.
Le sonrío y así hago.
-Eh chicos, quedamos a la tarde, ¿no?
-Vale. Pero por favor Louis, no vengáis así disfrazados.
-Ja-ja-ja, me parto contigo Taylor, sabes que te encanta vernos así de guapos.-Nos reímos todos.
-Venga, ¿en el parque?- Niall.-Todos asentimos.- Pues a las 4 allí todos.
Toca el timbre.
(…)
Voy caminando hasta donde quedamos. Llego tarde.
Me acerco al banco donde me esperaban.
-Hola, perdón por el retraso chicos.
-¿Cuál? ¿El tuyo? No pasa nada, los médicos dicen que no se puede curar, lo entendemos.
- Ja-ja-ja, ¿y si te corto los rizos que pasa, eh?
- ¡Mis rizos no los toques! Que ni se te ocurra.-Se agarra la cabeza con las dos manos.
-Bueno bueno, haya paz. –Niall.
(…)
Louis va tras las gaviotas, Liam habla con Taylor, Niall y Zayn hablan de los helados, de que sabor está más bueno, y yo estoy con Harry.
-Eh, rubia, ¿Qué te cuentas? Últimamente no hablamos nada.
Normal, no te jode, estás siempre con Taylor. Y no, no estoy celosa.-Eso quería decir.
-Pues nada, aquí. ¿Y tú que te cuentas?
-Pues nada, también aquí. Oye, ultimamente estás mucho con Niall, ¿no?-¿Celoso? Asiento. Frunce el ceño.
-¿Por qué?
-No, por nada por nada. –Silencio- Pizzera, ¿sábado trabajas? –Asiento.-Pues entonces ya tenemos plan el sábado noche; ir a molestar a Nuria al trabajo.
-Ni se te ocurra.
-Oh, sí que se me ocurre. –Levanto una ceja.
- Pues como vengas, no te devuelvo el móvil. –Acto seguido se lo cojo de las manos y echo a correr con el.
-Vamos, ¡devuélvemelo! –Nos ponemos alrededor de una fuente, el en una punta, y yo en otra. Me meto el móvil en el bolsillo.
-¡No! Hasta que me prometas que no vendrás sábado.
-¡No te lo voy a prometer!
-Pues olvídate del móvil. –Le saco la lengua.
Echo a correr en la dirección donde estaba mi espalda. Me meto en un pequeño “laberinto” de arbustos grandes y bien verdes. Miro para atrás y veo como se mete conmigo dentro. Sigo corriendo. Pasan unos segundos y ya no me sigue. Me quedo quieta.
De repente veo algo tirándose encima mía, es él.
Quedamos cara con cara, su respiración es agitada, igual que la mía. Obvio de haber corrido.
Sus labios sonríen y los míos también. Es como un mecanismo; si mis ojos se cruzan con los suyos, una sonrisa deslumbra mi cara.
Nuestras pulsaciones van a 100 por hora, y dudo que sea solo por correr.
Nuestros labios están muy cerca.
Nos juntamos. Nos besamos. Yo juego con sus rizos.
-¿Chicos? –La voz de Taylor se acerca.
Nos separamos. Se levanta de encima de mí y me extiende la mano para que me levante.
Oímos los pasos de la chica aún más cerca. Harry me guiña el ojo.
-¿Chicos? –Acto seguido aparece por detrás de un arbusto, poniéndose al lado de Harry.- ¿Qué hacéis aquí?
-Nada. Solo que Harry quiere su móvil.
- Y ella no me lo da. – Nos miramos, sonreímos.
-Ah, pues muy bien. Es que os vimos correr para aquí y…. bueno, ¿venís?-Asentimos.
(…)
Andábamos todos juntos: los chicos, la tipa que un día mataré (Taylor) y yo.
Como casi no hablaba con Harry (porque la morena se pasaba el día detrás de su culo) me empeñé en conocer a fondo a los demás chicos.
Con quien más confianza cogí desde el principio es con Niall, el rubio irlandés.
Pasó una semana y unos días, y por la mañana, en el instituto, aparecieron Liam, Niall, Zayn y Louis disfrazados de teletubies. Taylor y Harry no paraban de reírse de ellos y de decirles un: “¿veis como ganaríamos?”. Yo me reí sí, pero no entendí a que venía eso.
(…)
-Eh, Nuria, ¿qué te pasa?- Estoy en mi nube. No me doy cuenta de quien me habla, asique me doy la vuelta y me encuentro con esos dos ojos azules que fueron mi apoyo desde el primer momento, Niall.
-No, nada, estoy pensando. –Se sienta a mi lado. Pone su vista a donde estoy mirando yo.
-Ya entiendo, Harry, ¿no?-Asiento. ¿Tan obvio es? Me abraza. –Vamos, no te rayes. Sonríe anda.
-¿Qué sonría? Porque me vengas de teletubie azul me da igual eh Niall.-Nos reímos.- Venga, en serio, míralos. Se ven tan felices… joder.
Y es cierto. ¿Qué de quién hablo? De Taylor y Harry, está claro. ¿Qué como están? Pues haber, estamos en el recreo. Harry la está siguiendo porque ella le tiró no se lo que al pelo. Ahora que consiguió cogerla (o mejor dicho, se dejó coger) la tiene agarrada por la cintura, y le está haciendo cosquillas. Ahora que acabó de hacérselas, ella le da un beso en la mejilla, cerca de los labios. Ella se sonroja y él pone su preciosa sonrisa.
Niall se dio cuenta de mi cara, de mi mueca de asco hacia Taylor. Asique me cogió del brazo y me llevó a dar una ‘vuelta’ por el patio.
-Tienes que aprender a controlar tus celos Nuria. -¿Celos? ¿De quién? ¿De Taylor? Por favor.. JAJA.
-No flipes Niall, no estoy celosa, solo que no me cae muy bien Taylor, nada más.- Nos miramos.- Venga, volvamos.
-Espera,-me agarra el brazo- prométeme antes de que lo vas a intentar.-Suspiro.-Prométemelo.
-Te lo prometo. Prometo que voy a intentar llevarme bien con ella. –Por muy difícil que sea.
(…)
-¿Dónde estabais?
-Fuimos a dar una vuelta Harry.-Contesto yo. Me fijo en que en la mesa donde estábamos solo hay dos sitios libres, o a la derecha de Harry, o a la izquierda de Taylor.- ¿Y yo dónde me siento?
- Aquí, a mi lado.-Harry.
Le sonrío y así hago.
-Eh chicos, quedamos a la tarde, ¿no?
-Vale. Pero por favor Louis, no vengáis así disfrazados.
-Ja-ja-ja, me parto contigo Taylor, sabes que te encanta vernos así de guapos.-Nos reímos todos.
-Venga, ¿en el parque?- Niall.-Todos asentimos.- Pues a las 4 allí todos.
Toca el timbre.
(…)
Voy caminando hasta donde quedamos. Llego tarde.
Me acerco al banco donde me esperaban.
-Hola, perdón por el retraso chicos.
-¿Cuál? ¿El tuyo? No pasa nada, los médicos dicen que no se puede curar, lo entendemos.
- Ja-ja-ja, ¿y si te corto los rizos que pasa, eh?
- ¡Mis rizos no los toques! Que ni se te ocurra.-Se agarra la cabeza con las dos manos.
-Bueno bueno, haya paz. –Niall.
(…)
Louis va tras las gaviotas, Liam habla con Taylor, Niall y Zayn hablan de los helados, de que sabor está más bueno, y yo estoy con Harry.
-Eh, rubia, ¿Qué te cuentas? Últimamente no hablamos nada.
Normal, no te jode, estás siempre con Taylor. Y no, no estoy celosa.-Eso quería decir.
-Pues nada, aquí. ¿Y tú que te cuentas?
-Pues nada, también aquí. Oye, ultimamente estás mucho con Niall, ¿no?-¿Celoso? Asiento. Frunce el ceño.
-¿Por qué?
-No, por nada por nada. –Silencio- Pizzera, ¿sábado trabajas? –Asiento.-Pues entonces ya tenemos plan el sábado noche; ir a molestar a Nuria al trabajo.
-Ni se te ocurra.
-Oh, sí que se me ocurre. –Levanto una ceja.
- Pues como vengas, no te devuelvo el móvil. –Acto seguido se lo cojo de las manos y echo a correr con el.
-Vamos, ¡devuélvemelo! –Nos ponemos alrededor de una fuente, el en una punta, y yo en otra. Me meto el móvil en el bolsillo.
-¡No! Hasta que me prometas que no vendrás sábado.
-¡No te lo voy a prometer!
-Pues olvídate del móvil. –Le saco la lengua.
Echo a correr en la dirección donde estaba mi espalda. Me meto en un pequeño “laberinto” de arbustos grandes y bien verdes. Miro para atrás y veo como se mete conmigo dentro. Sigo corriendo. Pasan unos segundos y ya no me sigue. Me quedo quieta.
De repente veo algo tirándose encima mía, es él.
Quedamos cara con cara, su respiración es agitada, igual que la mía. Obvio de haber corrido.
Sus labios sonríen y los míos también. Es como un mecanismo; si mis ojos se cruzan con los suyos, una sonrisa deslumbra mi cara.
Nuestras pulsaciones van a 100 por hora, y dudo que sea solo por correr.
Nuestros labios están muy cerca.
Nos juntamos. Nos besamos. Yo juego con sus rizos.
-¿Chicos? –La voz de Taylor se acerca.
Nos separamos. Se levanta de encima de mí y me extiende la mano para que me levante.
Oímos los pasos de la chica aún más cerca. Harry me guiña el ojo.
-¿Chicos? –Acto seguido aparece por detrás de un arbusto, poniéndose al lado de Harry.- ¿Qué hacéis aquí?
-Nada. Solo que Harry quiere su móvil.
- Y ella no me lo da. – Nos miramos, sonreímos.
-Ah, pues muy bien. Es que os vimos correr para aquí y…. bueno, ¿venís?-Asentimos.
(…)
lunes, 29 de octubre de 2012
~Cruce de Destinos, Capítulo 9 (Narrado por Taylor)
[…]
Tras un camino un tanto peculiar, debido a las incómodas
preguntas de Harry, las cuales esquivaba como bien podía, llegamos en frente de
una casa sencilla, pero a la vez sofisticada.
Atravesamos un pequeño camino bordeado por césped y llegamos
a una puerta lacada de blanco que sin más dilación abrió.
-Adelante. –Comentó sujetando la puerta.
-Espero que esto no sea una nueva técnica de secuestro.
–Comenté a la vez que me adentraba en el recibidor de aquella casa, el cual
estaba decorado por un taquillón con un bonito espejo, en el cual eché un breve
vistazo para ver como iba en aquellos momentos.
-Tranquila, -comenzó a hablar. –No tengo tanto interés.
-Entonces interés si que tienes. –Contesté adentrándome
hacía el salón como si ya conociera aquella casa. Me resultaba tan familiar. Y
al entrar en el suso dicho salón me pude ver en una foto sobre la librería,
¡una foto que también tenía yo! Era la misma foto que me hizo tropezar y caer en mi última noche en
Chicago.
-Es totalmente mínimo. –Concretó siguiéndome a la vez que
dejaba las pizzas sobre la mesa y yo le imité dejando la mía. Pero mi cabeza ya
estaba en otro sitió. ¿Cómo iba a reaccionar cuando los viera a todos? ¿Me
recordarían? ¿Debería contarles mis sospechas? Suspiré y sacudí la cabeza para
disipar todas aquellas preguntas que me nublaban la mente.
-Dijiste que no íbamos a estar solos. –Cambié de tema, y en
ese justo momento sonó el timbre, si antes hablo…
-Y no mentía. –Me sacó la lengua a la vez que se dirigía
hacía la puerta. –Siéntate si quieres. –Comentó cuando ya no podía verlo. Y
tras un suspiró me dejé caer en aquel mullido sofá, justo un segundo antes de
comenzar a escuchar un barulló de voces masculinas. Y tras estás todos
comenzaron a entrar en el salón. Bien, ya había enrojecido al notar todos sus
ojos sobre mí.
-¿Taylor? –preguntó Louis con el entrecejo fruncido. -¿Cómo
tu por aquí? –Formuló otra pregunta aquel chico al que había “conocido” en el
avión. Pero Harry contestó antes que yo.
-Estaba persiguiéndome así que he dicho… ¡voy a invitarla a
que cene con nosotros! –Comentó haciendo que todos rieran.
-¡Oh, vamos! No mientas, no he estado siguiéndote. –Me quejé
poniéndome en pie ya que me sentía mal siendo la única que estaba sentada.
-No serías la primera. –Rio el ricitos.
-Relaja la raja cariño. –Sugerí con un guiño incluido, pero
aunque intentaba disimularlo me sentía un tanto intimidad bajo la mirada de
aquellos diez ojos que me analizaban, unos más intensamente que otros. Y estaba
segura de que podía reconocerlos a todos ellos.
-¡Bueno Taylor! –exclamó Louis, que parecía ser el líder del
grupo en estos momentos. –Ya que Harry no hace los honores, te presentaré…
-carraspeó. –Este moreno que tenemos aquí es… -¡Zayn! Exclamó mi yo interior,
podía reconocerlo, sus ojos intensamente marrones, aquel pelo negro azabache y
esa media sonrisa no habían cambiado en absoluto, y parecían totalmente
recientes en mi cabeza. –Zayn. –Afirmó mis sospechas, mientras que el
interpelado hacía un gesto en forma de saludo con la cabeza, ¿seguiría siendo
tan vergonzoso como de pequeño? –Este rubio de aquí, o nuestro elfo, como
solemos llamarlo es Niall. –Lo sabía, aquellos ojos azules celestes remarcados
con sus peculiares mofletes decorados con pequeñas pecas, no habían cambiado en
absoluto y su pelo rubio continuaba igual de perfecto. ¿Podrían notar lo que
estaba pasando por mi interior? Porque juro que me temblaban las rodillas, y no
podría articular ni una sola palabra. –Y por último, pero no menos importante…
-continúo Louis, al cual no estaba haciendo mucho caso, debido a que ya conocía
los nombres de los allí presentes. –Tenemos a Liam. –Señaló al joven de pelo
corto y castaño que se encontraba a su derecha y sus amables ojos marrones se
posaron sobre mí con una mirada de ternura acompañándola con una sonrisa.
-¿No conocemos? –preguntó este último dejándome totalmente
atónita, ¿debería decirles la verdad? Supongo que sí.
-No creo, -musité… ¿Qué dices Taylor? –Llegué ayer mismo de
Chicago. –Me encogí de hombros.
-¿Esa cámara es tuya? –preguntó el rubio, Niall, a la vez
que cogía la cámara que ni siquiera recordaba haber dejado sobre la mesa, justo
al lado de mi bolso.
-Ah, esto… sí. –Afirmé un tanto avergonzada. –Pero no hay
nada interesante, -Y en el momento en que la encendió me regaló una mirada
interrogante… ¡Mierda! La última foto que había tomado eran los ojos de Harry.
En mis ojos se reflejó la vergüenza y el miedo que sentía en aquel momento en
mi interior así que él disimuló y apagando la cámara la dejó dónde estaba. Y se
lo agradecí con la mirada disimulada mientras los demás habían comenzado una
conversación y se repartieron por los sofás, así que me deje caer en el mismo
lugar que antes, al lado de Zayn ahora.
[…]
-¡Coméis como cerdos! –exclamé al ver como Niall y Louis se
aventuraban en una carrera por ver quién comía mas pizza en menos tiempo, teniendo como ganador al rubio
que comenzó a cantar victoria con la boca todavía llena de comida.
-Tú comes como un niñita. –Se burló Harry de mí a la vez que
abría una lata de cerveza y yo arqueé una ceja mientras le imitaba y abría otra
lata. –Oh, la princesita bebe cerveza.
-¿Me lo prohibirás tu? –pregunté dando un trago y tras ello
le mire de manera desafiante mientras que los demás observaban la escena
expectantes.
-Bueno, es mía. –Atacó.
-Pero me has invitado a cenar. –Me defendí.
-¿Cuánto podríais aguantar sin pelearos? –preguntó Zayn
mirándonos a la vez que reía.
-¿Apostamos? –preguntó Louis, dirigiéndose a Liam, Niall y
Zayn. ¿Qué? ¡Hola, seguimos aquí! Harry y yo compartimos una mirada cómplice y
sonreímos.
-¿Cuánto? –pregunto.
-Vosotros no entráis en la apuesta. –Recalcó Liam.
-Eso no es justo. –Nos defendí. –A ver, hagan sus apuestas
señoras y señores. –Dije sacando un pequeño cuaderno de mi bolso junto con un
bolígrafo.
-Esta bien… -musitó Zayn tomando el cuaderno y anotando en
el: •Zayn – 1 semana.
Y siguiendo ese mecanismo, añadieron Liam, Louis y Niall sus
apuestas.
•Liam – 2 días
•Louis – 5 días
• Niall – 1 semana
-Bien Taylor, ¿cuánto aguantamos? –preguntó Harry tomando el
cuaderno.
-¿Cuál es la máxima apuesta? –pregunté cruzando las piernas
sobre el sofá.
-Una semana. –Rio a la vez que negaba con la cabeza.
-¿Una semana y un día? –pregunté y él asintió aceptando a la
vez que comenzaba a escribir.
-Sí os ganamos… -Comenzó a hablar el ricitos, -tendréis que…
-Vi como sus ojos se posaron sobre una foto que había en la librería, yo
también aparecía en ella, aunque no me había percatado de ella hasta aquel
momento, todos estábamos disfrazados de Teletubies, durante un segundo Harry me
miró con el ceño fruncido, pero después negó con la cabeza y continuó hablando. –Tendréis que ir a clase
vestidos de Teletubies durante un día entero.
-Aceptamos. –Habló Louis, -en cambio, si perdéis vosotros…
-Se hizo el pensativo. –Deberéis actuar juntos en el concurso de talentos.
–Sentenció, ¡espera! ¿Concurso de talentos? Yo no tengo de eso…
-Aceptamos. –Concluyó Harry.
-¿Aceptamos? –pregunté mirándole aterrada.
-Sí. –Afirmó sonriendo. –Os veré vestidos de Teletubies
dentro de una semana y un día queridos.
[…]
-Hasta mañana. –Dijo Harry cerrando la puerta de su casa.
-Nos vemos. –Comentaron Liam, Louis y Niall que comenzaron a
andar hacía la derecha camino a sus respectivas casas y Zayn se me quedó
mirando a la vez que comenzaba a andar hacía la izquierda.
-¿Vienes por aquí? –preguntó y yo comencé a andar a su lado.
-No lo sé. –Confesé.
-¿No lo sabes? –preguntó riendo a la vez que sacaba un
cigarrillo y se lo encendía. ¿Desde
cuando fumaba? Estaba claro que cuando tenía siete años no lo hacía, ¡por Dios
que pensamiento mas estúpido!
-No, -dije sacando un papel arrugado del bolsillo trasero de
mi pantalón y se lo entregué. –Mi apartamento esta allí. Pero no sé como ir.
–Confesé.
-Creo que sé donde es. –Sonrió. –Te acompaño.
-Oh, no es necesario. Creo que me las apañaré si me explicas
como llegar. –Comenté nerviosa.
-No importa, así podemos hablar un rato. –Sonrió y sus ojos
se posaron sobre los míos, sobre mis dos ojos azules ligeramente grisáceos.
-Antes… -comenzó a hablar. –Cuando Liam te ha preguntado si
os conocíais… has mentido. –Afirmó seguro.
-¿Qué? –pregunté. ¿Me había reconocido? ¿Se acordaba de mí?
-Tú eres Taylor, nuestra Taylor, y tus ojos no pueden
engañarme. –Yo suspiré y asentí con la cabeza. - ¿Por qué no lo has dicho?
–preguntó con expresión confusa.
-Supongo que… tenía miedo. –Me encogí de hombros. –Miedo a
que no me recordarais. –Comenté agachando la cabeza. Él rio echando la cabeza
por detrás, y esa música resulto ser música en mis oídos.
-En Harry al menos, has producido la misma reacción que hace
unos años. –Bromeó y yo le miré con las cejas elevadas. –No diré nada. –Afirmó.
-Gracias,… -Me interrumpió.
-No, -negó. –Tú se lo dirás mañana. –Me guiñó un ojo. ¿Qué?
[…]
Genial, primer día de clase y ya llegaba tarde.
Cruce la puerta de entrada de la universidad justo en el momento
en que el timbre rompía a sonar. Iba vestida con unos pantalones vaqueros
claros con un pequeño agujero en la rodilla. Una camiseta de manga corta con
calados de color rosa pastel y unas converses blancas. Mi mochila colgaba de mi
hombro derecho y rebotaba sobre mi cadera a la vez que corría para llegar al
salón de actos antes de que todo el mundo estuviera allí y llamara la atención
por llegar tarde.
Al acercarme a la gran puerta del suso dicho espacio pude
ver los inconfundibles rizos de Harry sobre las demás cabezas y centrándome un
poco más reconocí al resto de los chicos allí también. Y… ¿La chica de la
pizzería? ¿Qué hacía allí?
Me acerqué sonriendo y cuando recordé la apuesta abracé a
Harry en señal de saludo.
-¿Y ente entusiasmo? –susurró apretándome a él. -¿Ya te ha
gustado la apuesta, eh?-rió en mi oído, y pude notar como algo nuevo despertaba
en mi interior.
-En realidad me están dando nauseas. –Susurré antes de
separarme, para encontrarme con la mirada de aquella chica sobre mí, analizándome
con asco y… ¿envidia?
Claramente le gustaba Harry, demasiado.
-¡Hola chicos! –exclamé, ignorando a aquella chica.
-¡Eeey Taylor! –exclamó Zayn feliz. -¿Sabes que los batidos
de zanahorias de Louis son comestibles? – rió y el interpelado le propinó una
colleja, de la cual se quejó y yo no pude evitar reír.
-¿Entramos? –pregunté, y ellos asintieron. Vi como aquella chica se quedaba fuera y
entonces Zayn dijo – ¿Vienes Nuria? – Y ella limitándose a asentir paso detrás
de nosotros y nos colocamos en unas butacas, mientras un seños calvo comenzaba
a hablar.
Nuria, bonito nombre. –pensé a la vez que una risotada
estallaba en mi cabeza. –Pobre chica.
sábado, 20 de octubre de 2012
~Cruce de Destinos, Capítulo 8 (Narrado por Nuria)
“Se están besando. La chica del otro día y el pelo de escarola, se están besando.
Y con un impulso sin pensarlo me levanto, me acerco a ellos, y le cojo del pelo a la chavala separándolos.
En ese momento, comienza una pelea. “
-RING RING RING.
Me despierto entre sudor y le doy un golpe al despertador molesto.
Me levanto y me meto en la ducha. El agua está helada, algo que me va bien. Así me despejo de ese sueño tan…. Extraño. No, más bien esa pesadilla.
Hoy me toca instituto, primer día, la presentación.
-¿Nuria?-Oigo una voz detrás de mí. Me doy la vuelta y veo unos ojos verdes justo delante de mí. Me asusto, y doy un salto para atrás.
Se ríe.
-Yo. –Lo miro de abajo a arriba.- ¿Qué haces aquí?
- ¿Qué, que hago aquí? La pregunta es… ¿qué haces tú aquí?
-Vengo al instituto, ¿no me ves aquí, o qué? –Me cruzo de brazos.
-Sí, te veo. –Hace lo mismo que yo, pero también cruza sus pies. – Pues yo también vengo. ¿A qué curso?
- 2º A. ¿Tú?
- Lo mismo.
-¡¿Vamos a estar en la misma clase?!
-Sí, parece ser. –Hace un sonido con la garganta, intentando reír. Pero no le sale. – Entonces este curso promete. –Ruedo los ojos.
- ¡Harry! Tío, es la presentación ¿y ya estás pidiendo números?-Se oye una voz detrás mía, una voz conocida.
Me doy la vuelta, y en efecto, conocía esa voz. Era el mismo rubio del otro día. Niall, creo recordar.
-¡Anda! Pero si es la repartidora… -Me sonríe y se acerca, junto con 3 chicos más. –Encantado de volver a verte.
- Lo mismo digo.- Le sonrío.
- ¿Asique tú eres la chica que tiene de los nervios a Harry? ¿La que lo rechazó? –Ahora habló un chico fuerte, moreno, y con unos ojos color café. Una mirada encantadora.
-La misma, creo yo.
- ¡Já! Pues encantado de conocerte al fín. Soy Zayn.- Nos damos dos besos- ¿Tú Nuria, no?
- La misma.- Miro para Harry, que estaba detrás de mí.- No sabía que era tan importante para ti, eh. –Le pongo una sonrisa pícara y le levanto una ceja.
-Bueno bueno, yo soy Louis. Encantada señorita repartidora. –Ahora habla un chico con el pelo revuelto, moreno, unos ojos azules penetrantes y una sonrisa preciosa. Me da dos besos. Le contesto con una sonrisa.
-Y yo, soy Liam.- Este, el último que quedaba es de pelo corto, ojos marrones, una sonrisa y una mirada muy risueña. Precioso.
Hacemos lo mismo: Dos besos y una sonrisa de mi parte.
-Bueno, tenemos que entrar en el salón de actos. –Liam.
-¿A qué? Osea… ¿Qué nos van a decir? –Hablo yo.
- Nos van a decir los profesores, nos explicarán un poco como va a ir todo esto y nos dan el horario de toda la semana.
-Ah, está bien.
Justo cuando íbamos a entrar por la puerta, de ahí sale la chica del otro día, la de la pizzería. Su pelo ondulado y moreno le brilla. Y sus ojos azul grisáceo se iluminan al cruzarse con los de Harry, acto seguido, sonríen los dos. -¿Pero qué es esto?- Se abrazan.
Se separan. Ella mira para mi, me revisa de arriba abajo, y cuando llega a mi cara, me pone cara de superioridad. Mira para los demás chicos.
-¡Hola chicos!
-¡Eeey Taylor! –Zayn- Parece que al final, el batido de zanahoria de Louis era comestible.-Louis le pega una colleja a este.
¿Perdona? ¿Estuvieron juntos ayer? ¿Estarían toda la semana? ¿Por qué se llevan tan bien?
La chica se ríe.
-Sí, no me pasó nada. Por cierto, os estaba buscando. ¿Entramos?
Asienten todos.
Entran todos, yo me quedo fuera.
-¿Vienes Nuria? –Zayn.
Asiento.
Nos sentamos en unas butacas.
Mientras que un señor calvo habla, yo estoy en mis pensamientos.
¿Vamos a estar con ella siempre? ¿Por qué se llevan tan bien? ¿Qué tiene con Harry? ¿Y por qué lo abrazó a él y no a los demás? A partir de ahora esto cambia. En el juego no vamos a estar dos, si no tres. La nueva intrigante se llama Taylor.
Un nombre que no se me olvidará nunca.
_____________________________________
¡Hola!
Sentimos mucho el retraso, y esperamos que no nos matéis :$
Pero... ¡tenemos excusa! Nuria, a la cual le tocaba escribir este capítulo ha tenido problemas técnicos con su ordenador, el cual todavía no le funciona, y yo Taylor, no he tenido tiempo para poder subir su capitulo: EL CUAL ESTA TOTALMENTE ESCRITO POR ELLA(;
Muchas gracias a todas las que comentáis en el blog(;
~Att: Nuria&Taylor♥
Y con un impulso sin pensarlo me levanto, me acerco a ellos, y le cojo del pelo a la chavala separándolos.
En ese momento, comienza una pelea. “
-RING RING RING.
Me despierto entre sudor y le doy un golpe al despertador molesto.
Me levanto y me meto en la ducha. El agua está helada, algo que me va bien. Así me despejo de ese sueño tan…. Extraño. No, más bien esa pesadilla.
Hoy me toca instituto, primer día, la presentación.
-¿Nuria?-Oigo una voz detrás de mí. Me doy la vuelta y veo unos ojos verdes justo delante de mí. Me asusto, y doy un salto para atrás.
Se ríe.
-Yo. –Lo miro de abajo a arriba.- ¿Qué haces aquí?
- ¿Qué, que hago aquí? La pregunta es… ¿qué haces tú aquí?
-Vengo al instituto, ¿no me ves aquí, o qué? –Me cruzo de brazos.
-Sí, te veo. –Hace lo mismo que yo, pero también cruza sus pies. – Pues yo también vengo. ¿A qué curso?
- 2º A. ¿Tú?
- Lo mismo.
-¡¿Vamos a estar en la misma clase?!
-Sí, parece ser. –Hace un sonido con la garganta, intentando reír. Pero no le sale. – Entonces este curso promete. –Ruedo los ojos.
- ¡Harry! Tío, es la presentación ¿y ya estás pidiendo números?-Se oye una voz detrás mía, una voz conocida.
Me doy la vuelta, y en efecto, conocía esa voz. Era el mismo rubio del otro día. Niall, creo recordar.
-¡Anda! Pero si es la repartidora… -Me sonríe y se acerca, junto con 3 chicos más. –Encantado de volver a verte.
- Lo mismo digo.- Le sonrío.
- ¿Asique tú eres la chica que tiene de los nervios a Harry? ¿La que lo rechazó? –Ahora habló un chico fuerte, moreno, y con unos ojos color café. Una mirada encantadora.
-La misma, creo yo.
- ¡Já! Pues encantado de conocerte al fín. Soy Zayn.- Nos damos dos besos- ¿Tú Nuria, no?
- La misma.- Miro para Harry, que estaba detrás de mí.- No sabía que era tan importante para ti, eh. –Le pongo una sonrisa pícara y le levanto una ceja.
-Bueno bueno, yo soy Louis. Encantada señorita repartidora. –Ahora habla un chico con el pelo revuelto, moreno, unos ojos azules penetrantes y una sonrisa preciosa. Me da dos besos. Le contesto con una sonrisa.
-Y yo, soy Liam.- Este, el último que quedaba es de pelo corto, ojos marrones, una sonrisa y una mirada muy risueña. Precioso.
Hacemos lo mismo: Dos besos y una sonrisa de mi parte.
-Bueno, tenemos que entrar en el salón de actos. –Liam.
-¿A qué? Osea… ¿Qué nos van a decir? –Hablo yo.
- Nos van a decir los profesores, nos explicarán un poco como va a ir todo esto y nos dan el horario de toda la semana.
-Ah, está bien.
Justo cuando íbamos a entrar por la puerta, de ahí sale la chica del otro día, la de la pizzería. Su pelo ondulado y moreno le brilla. Y sus ojos azul grisáceo se iluminan al cruzarse con los de Harry, acto seguido, sonríen los dos. -¿Pero qué es esto?- Se abrazan.
Se separan. Ella mira para mi, me revisa de arriba abajo, y cuando llega a mi cara, me pone cara de superioridad. Mira para los demás chicos.
-¡Hola chicos!
-¡Eeey Taylor! –Zayn- Parece que al final, el batido de zanahoria de Louis era comestible.-Louis le pega una colleja a este.
¿Perdona? ¿Estuvieron juntos ayer? ¿Estarían toda la semana? ¿Por qué se llevan tan bien?
La chica se ríe.
-Sí, no me pasó nada. Por cierto, os estaba buscando. ¿Entramos?
Asienten todos.
Entran todos, yo me quedo fuera.
-¿Vienes Nuria? –Zayn.
Asiento.
Nos sentamos en unas butacas.
Mientras que un señor calvo habla, yo estoy en mis pensamientos.
¿Vamos a estar con ella siempre? ¿Por qué se llevan tan bien? ¿Qué tiene con Harry? ¿Y por qué lo abrazó a él y no a los demás? A partir de ahora esto cambia. En el juego no vamos a estar dos, si no tres. La nueva intrigante se llama Taylor.
Un nombre que no se me olvidará nunca.
_____________________________________
¡Hola!
Sentimos mucho el retraso, y esperamos que no nos matéis :$
Pero... ¡tenemos excusa! Nuria, a la cual le tocaba escribir este capítulo ha tenido problemas técnicos con su ordenador, el cual todavía no le funciona, y yo Taylor, no he tenido tiempo para poder subir su capitulo: EL CUAL ESTA TOTALMENTE ESCRITO POR ELLA(;
Muchas gracias a todas las que comentáis en el blog(;
~Att: Nuria&Taylor♥
domingo, 30 de septiembre de 2012
~Cruce de destinos, Capítulo 7 (Narrado por Taylor)
Observé como el ricitos flirteaba con la pizzera cuando su
turno llegó. ¿Por qué odiaba no poder escuchar la conversación? Yo nunca había
sido así, nunca.
Se notaba a leguas que aquella chica estaba loca por él, ¿lo
estaría él por ella también? Deberíamos preguntarle a su joven amiga la cuál le
acompañaba en un bonito paseo anteriormente.
Un poco cansada de andar decidí sentarme en una mesa hasta
que mi pedido estuviera listo y observé como él tras ser atendido se colocó de
pies en frente de mí.
Notaba como sus ojos me analizaban detenidamente, sin
ninguna vergüenza ni miramiento, y aunque yo intentaba fingir que no me había
dado cuenta ni me importaba, no podía soportarlo, ¿a qué jugaba? Decidí hacerle
la guerra, torneé mis ojos hacía el y comencé a escrutarlo, cuanto mas lo
miraba mas segura estaba de conocerlo. ¿Quién narices era? Esta situación
estaba comenzando a convertirse en algo totalmente desesperante.
-¿Tengo monos en la cara? –pregunté cruzándome de brazos a
la vez que le miraba fijamente.
-No, en realidad lo que llevas es un moco colgando de la
nariz. –Comentó como respuesta a mi pregunta y yo me llevé una mano a la nariz
para tapármela un tanto avergonzada. ¿De verdad llevaba un moco? ¡Tierra
trágame! - ¡Qué es broma! –Exclamó acercándose y entonces un recuerdo
inundó mi memoria.
---FLASHBACK---
Era el día, el día de la mudanza. Hoy dejaría todo atrás
para comenzar una nueva vida. Y era la primera vez que sentía pena por irme, en
realidad no me lo había acabado de creer hasta este mismo momento.
Cuando me encontraba en frente de mi jardín, vestida con un
bonito vestido de flores y un lazo a conjunto en la cabeza, a mis diez años de
edad y emperifollada de aquella manera me sentía como una princesa.
Mis amigos comenzaron a despedirse de mí, pero entonces
cuando tan solo quedaba él, Harry le miré y me encontré con que él estaba
mirándome fijamente, no decía nada, no se movía, solo me miraba fijamente, sin
ni siquiera pestañear.
-¿Tengo monos en la cara? –pregunté cruzándome de brazos.
-No, en realidad lo que llevas es un moco colgando de la
nariz. –Contestó totalmente serio e imitando mí gesto de cruzarme de brazos.
¡Dios! ¿Enserio llevaba un moco? ¡Qué vergüenza! ¡Tierra trágame! -¡Qué es
broma! –Exclamó riéndose a la vez que se acercaba a mí y nos fundía en un
abrazo. –Nunca me olvidaré de ti. –Susurró.
-Nunca. –Secundé.
Y aquellas fueron nuestras últimas palabras antes de
decirnos un adiós sin fecha límite.
---FIN DEL FLASHBACK---
Tras aquel recuerdo todo mi mundo acababa de ponerse patas
arriba, ¿era él? ¿Harry? ¿Mi Harry? –Sacudí la cabeza. No era más que una
coincidencia.
-¿Me persigues? –preguntó sentándose en la silla sobrante
que había en la mesa en la cual me encontraba.
-¿Perdona? –Ironicé un tanto sorprendida por aquella
pregunta, ¿de qué iba?
-El aeropuerto, el parque, aquí… ¿me vas a seguir a casa?
–Preguntó de nuevo. ¿En el aeropuerto?
-¿En el aeropuerto? –pregunté esta vez yo, ¡yo no lo había
visto en el aeropuerto!
-Bajaste con mi amigo Louis del avión y vi como me mirabas.
–Afirmó totalmente seguro, tragué saliva, ¿Louis y Harry? ¿Era amigos? ¿Estaban
en Londres? ¡Ambos me sonaban demasiado! Las piezas comenzaban a encajar…
-Siento decepcionarte, -comencé a hablar. –Pero tu
existencia me es indiferente. –Mentí prohibiendo que ninguno de mis
pensamientos reales salieran a la realidad. Y entonces comenzó un juego de
sonrisas falsas. Ambos fingíamos estar encantados con aquella conversación sin
saber por qué, quizá para intentar no dejar ver lo que ambos sentíamos.
En esos momentos la voz de la pizzera pronunció los números
de un par de pedidos, entre ellos el mío, por el megáfono. ¡Gracias!
-Mi turno, ha sido un placer. –Sonreí falsamente a la vez
que me levantaba, pero vi que él también se ponía en pie.
-También es el mio. –Sonrió andando a mi lado hacía el
mostrador.
-¡Guapa! ¿Ya están? –Preguntó el ricitos cuando llegamos
allí, ¿perdón? Puse los ojos en blanco por un momento y después dibuje una
mascara seria en mi rostro.
-Dime, Harry: ¿cuántas veces te tengo que decir que no
ligues conmigo? –Preguntó ella apoyándose en el mostrador y él se encogió de
hombros. ¿Ignoraban que sería aquí?
-No se, unas cuantas Nuria. –Observe como la camarera ponía
los ojos en blanco disimulando que bebía los vientos por él, se notaba.
-Bueno, ¿están las
pizzas? –Pregunté seria, no me gustaba ser ignorada, y a demás estaba deseando
salir de allí.
-Están. –Contestó sin más entregándonoslas y tras pagar la
mía ambos nos dimos la vuelta. - ¡Moroso! –Exclamó ella y Harry al darse por
aludido se dio la vuelta. - Mi dinero.- Pidió estirando la mano y él tras poner
los ojos en blanco se lo entregó.-Vas aprendiendo- Afirmó y ambos rieron, ¿qué
confianzas eran estas?
Salí a la calle antes que él, pero algo me decía que no me
libraría tan fácilmente.
-¡Oye! –exclamó tras de mi al salir a la calle.
-Oigo. –Musité girándome hacía él.
-¡Qué Chispa! –exclamó irónico poniendo los ojos en blanco.
-Ya ves, de mayor quiero ser mechero. –Le contesté
guiñándole un ojo y él rio, aquella risa, sonaba perfecta. ¡¿Pero qué estas
diciendo Taylor?! Vuelve a la tierra.
-Vas por buen camino, -afirmó. -¿Te vienes a cenar?
–preguntó así sin más y no pude evitar soltar un irónico: ¡JÁ!
-¿Tan fácil crees que soy? –Pregunté elevando una ceja,
-además ya tengo cena. –Dije señalando mi pizza, la cual se estaba comenzando a
enfriar, y yo también.
-Me refería conmigo y unos amigos. –Puso los ojos en blanco.
–Ya conoces a Louis, ayer vino y estamos los cinco juntos después de un tiempo.
–Vale, ¿por qué me contaba su vida? Pero… ¡Echa el freno! Louis, Harry… eran 5…
tragué saliva y…. Cometí una locura.
-Ésta bien. –Acepté, ¿de verdad? ¿Acababa de aceptar? Madre
mía… suspiré.
martes, 25 de septiembre de 2012
~Cruce de Destinos, Capítulo 6 (Narrado por Nuria)
Y ahí estaba, en la pizzería. Mi gefe me necesitaba, asique acepte, aparte de que no tenía nada interesante que hacer, ganaba dinero extra.
-Hombre, ¿pero tú no estabas de repartidora?- Me sonrió con una mirada pícara.
-Hombre, ¿pero tu no estás comiendo muchas pizzas ya?- Ahora, le sonreí yo pícara.
-No, la última vez, al final, por tú culpa-recalcó ese <<tú>> mientras me señalaba- me quedé sin pizza.
-Oh, valla, que pena me da eso.-Sarcasmos, una vida llena de ellos.- Venga, querido cliente,¿que desea? -Se rió entre dientes.
-Pues... querida camarera, quiero una pizza con champiñones y queso, y otra de queso y jamón. -Usó la misma voz que le puse yo.
-Está bien. -Me puse a escribir, pero antes mis ojos se quedaron en una chica. En la chica que viniera minutos antes que Harry. Nos estaba viendo, pero encuanto me fijé en ella, quitó su mirada.
-¿La conoces?-Harry me quitó de mis pensamientos.
-¿Eh?
- -Se ríe- Que si la conoces.
-¿A quién?
-A ella.- Hace un gesto hacia la chica con la cabeza.
- Mmm... no. ¿Por qué?
- Porque me suena de algo. La vi antes, pero esque se me hace una cara conocida...
- Igual es una de las chicas con las que intentas ligar, Harry. Vete a saber tú con cuantas lo intentas. O igual se te parece a alguna de ellas... -Pongo el papel con su pedido en donde los demás.Él me mira, y me sonríe.
- ¿Estás celosa o algo?
- ¿Celosa? ¿De qué? -Con una sonrisa en la cara, niega con la cabeza.
- Oye, -cambia de tema-¡tú sabes mi nombre! ¿No crees que es justo de que yo sepa el tuyo?
- Mmm.... no.
- Venga. No seas mala y dímelo. -Pone pucheros.
- Averigualo tú, pero yo no te lo voy a decir.
Y en ese momento, ahí viene mi gefe con bigote gracioso gritando un: "Nuria, ven a ayudarme un momento", yo le asiento, y miro otra vez para Harry. Que me mira con cara de "Asique es así, ¿eh?".
- Entonces te llamas Nuria,¿eh Nuria?
- Buuf.... ¿no me rayes mucho, eh? -Ahora me río yo entre dientes. Él sigue sonriendo. - Ale, te dejo ahí.
- Sí, te espero. -Pongo los ojos en blanco.
-¡Ya estoy aquí! ¿En que te tengo que ayudar?-Le digo a Mauro.
-Perfecto. Pues ayúdame en coger estas cajas y llevarlas para afuera, son unas 7.
(...)
Al fín terminé de ayudarle. Vuelvo a mi trabajo. Busco a Harry, y lo encuentró ahí, sentado, hablando con la chica de antes, la chica que no nos quitaba el ojo de encima.
-¡Nuria! -Me giro- Aquí tienes tus dos pedidos.
-Vale. -Las cojo y las pongo encima de la encimera, donde se ponen todas las cosas echas.
En cuanto las pongo, voy directa al micro para llamarlos, pero antes de poder hacerlo, ellos se levantan de sus sitios y se acercan a mi. Los dos con una sonrisa en la cara.
-¡Guapa! ¿Ya están?
-Dime, Harry: ¿cuántas veces te tengo que decir que no ligues conmigo?
-No se, unas cuantas Nuria. -Pongo los ojos en blanco, y el se ríe. Su amiga, o ligue, o sea lo que sea esa chavala para él, me mira seria.
-Bueno, ¿están las pizzas de los dos? -Seria, seria es como se puso cuando Harry me dijo lo de "guapa". Si, igual Harry intentó ligar con ella, o algo.
-Están. - Las cojo,se las doy. Se dan la vuelta. - ¡Moroso! -El aludido se da la vuelta, yo me río- Mi dinero.- Y estiendo la mano. Él se ríe y lo pone en mi mano. -Vas aprendiendo-Nos reimos.
Se van los dos sonriendose. ¿Pero qué era esto? ¿Celos? No no no y no.
Pero... vinieron solos, y se van juntos. Sí, igual es un nuevo ligue de Harry. ¿No ves Nuria? Lo hace con todas, intenta ligarse a todas.
Bueno, mejor paso. Pero tengo un presentimiento; esa chica, pienso que la voy a volver a encontrar, para bueno, o para malo. Nuestros destinos se van a cruzar, lo estoy viendo.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Bueno, sentimos mucho que igual tardemos en subir, pero con el instituto, y tal y tal.. es algo complicado. Intentaremos subir más seguido, gracias a todas las lectoras que estáis ahí,en serio. :)
Att: Taylor y Nuria.
-Hombre, ¿pero tú no estabas de repartidora?- Me sonrió con una mirada pícara.
-Hombre, ¿pero tu no estás comiendo muchas pizzas ya?- Ahora, le sonreí yo pícara.
-No, la última vez, al final, por tú culpa-recalcó ese <<tú>> mientras me señalaba- me quedé sin pizza.
-Oh, valla, que pena me da eso.-Sarcasmos, una vida llena de ellos.- Venga, querido cliente,¿que desea? -Se rió entre dientes.
-Pues... querida camarera, quiero una pizza con champiñones y queso, y otra de queso y jamón. -Usó la misma voz que le puse yo.
-Está bien. -Me puse a escribir, pero antes mis ojos se quedaron en una chica. En la chica que viniera minutos antes que Harry. Nos estaba viendo, pero encuanto me fijé en ella, quitó su mirada.
-¿La conoces?-Harry me quitó de mis pensamientos.
-¿Eh?
- -Se ríe- Que si la conoces.
-¿A quién?
-A ella.- Hace un gesto hacia la chica con la cabeza.
- Mmm... no. ¿Por qué?
- Porque me suena de algo. La vi antes, pero esque se me hace una cara conocida...
- Igual es una de las chicas con las que intentas ligar, Harry. Vete a saber tú con cuantas lo intentas. O igual se te parece a alguna de ellas... -Pongo el papel con su pedido en donde los demás.Él me mira, y me sonríe.
- ¿Estás celosa o algo?
- ¿Celosa? ¿De qué? -Con una sonrisa en la cara, niega con la cabeza.
- Oye, -cambia de tema-¡tú sabes mi nombre! ¿No crees que es justo de que yo sepa el tuyo?
- Mmm.... no.
- Venga. No seas mala y dímelo. -Pone pucheros.
- Averigualo tú, pero yo no te lo voy a decir.
Y en ese momento, ahí viene mi gefe con bigote gracioso gritando un: "Nuria, ven a ayudarme un momento", yo le asiento, y miro otra vez para Harry. Que me mira con cara de "Asique es así, ¿eh?".
- Entonces te llamas Nuria,¿eh Nuria?
- Buuf.... ¿no me rayes mucho, eh? -Ahora me río yo entre dientes. Él sigue sonriendo. - Ale, te dejo ahí.
- Sí, te espero. -Pongo los ojos en blanco.
-¡Ya estoy aquí! ¿En que te tengo que ayudar?-Le digo a Mauro.
-Perfecto. Pues ayúdame en coger estas cajas y llevarlas para afuera, son unas 7.
(...)
Al fín terminé de ayudarle. Vuelvo a mi trabajo. Busco a Harry, y lo encuentró ahí, sentado, hablando con la chica de antes, la chica que no nos quitaba el ojo de encima.
-¡Nuria! -Me giro- Aquí tienes tus dos pedidos.
-Vale. -Las cojo y las pongo encima de la encimera, donde se ponen todas las cosas echas.
En cuanto las pongo, voy directa al micro para llamarlos, pero antes de poder hacerlo, ellos se levantan de sus sitios y se acercan a mi. Los dos con una sonrisa en la cara.
-¡Guapa! ¿Ya están?
-Dime, Harry: ¿cuántas veces te tengo que decir que no ligues conmigo?
-No se, unas cuantas Nuria. -Pongo los ojos en blanco, y el se ríe. Su amiga, o ligue, o sea lo que sea esa chavala para él, me mira seria.
-Bueno, ¿están las pizzas de los dos? -Seria, seria es como se puso cuando Harry me dijo lo de "guapa". Si, igual Harry intentó ligar con ella, o algo.
-Están. - Las cojo,se las doy. Se dan la vuelta. - ¡Moroso! -El aludido se da la vuelta, yo me río- Mi dinero.- Y estiendo la mano. Él se ríe y lo pone en mi mano. -Vas aprendiendo-Nos reimos.
Se van los dos sonriendose. ¿Pero qué era esto? ¿Celos? No no no y no.
Pero... vinieron solos, y se van juntos. Sí, igual es un nuevo ligue de Harry. ¿No ves Nuria? Lo hace con todas, intenta ligarse a todas.
Bueno, mejor paso. Pero tengo un presentimiento; esa chica, pienso que la voy a volver a encontrar, para bueno, o para malo. Nuestros destinos se van a cruzar, lo estoy viendo.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Bueno, sentimos mucho que igual tardemos en subir, pero con el instituto, y tal y tal.. es algo complicado. Intentaremos subir más seguido, gracias a todas las lectoras que estáis ahí,en serio. :)
Att: Taylor y Nuria.
jueves, 20 de septiembre de 2012
~Cruce de Destinos, Capítulo 5 (Narrado por Taylor)
Llegué a mi nuevo apartamento y deje mis maletas sobre el
suelo. No estaba mal, era acogedor, debo reconocer que no cubría para nada mis
expectativas ya que en el anuncio decía: “Apartamento luminoso con vistas a la
avenida principal y grandes ventanales.”
Supongo que por luminoso se refería a que podría encender
muchas lámparas, y lo de “vistas a la avenida principal” supongo que se vería
por aquellos “grandes ventanales” inexistentes.
Al menos tiene sofá. –Pensé a la vez que me dejaba caer en
él y pensaba en como afrontaría el día de mañana: Primer día en Londres,
necesitaba volver a familiarizarme con este lugar.
Así que sin pensarlo mas levante mi culo de aquel mugroso
asiento que no tardaría mucho en cambiar y arrastrando la maleta hasta el
pequeño dormitorio, donde la deje sobre la cama, me denudé y me introduje en la
ducha dejando que el agua congela hiciera que se erizará cada uno de los poros
que cubrían mi cuerpo.
¡Mierda! Había olvidado que no había dado de alta el gas.
Fresca como una lechuga y vestida con tan solo unas mallas
marrones oscuras, una camiseta de hombro caído gris y mi larga melena suelta y
mojada sobre la espalda, metí los pies dentro de mis Vans negras y cogí mi
cámara colgándome al cuello.
Pronto empezaría las clases, Artes, quería ser fotógrafa,
pero fotógrafa profesional, amaba las fotos, porque por mucho que las personas
cambien, en las fotos siempre son las mismas, son una captura de tiempo que
permanece parado e intacto para siempre, dejándonos recordar mejores momentos.
[…]
Londres era exactamente como recordaba, no había cambiado
demasiado: coches, gente, edificios, estrés… ¡por todos lados! Al llegar al
Hyde Park y por fin encontrar un lugar verde, natural; un lugar que te acerca a
ti misma, comencé a tomar algunas fotografías: Palomas, flores, niños jugando…
Y justo cuando estaba apunto de fotografiar a una pareja que
paseaba tranquilamente un par de ojos verdes se interpusieron en mi objetivo,
eran unos ojos preciosos, con tantos tonos diferentes de verde que sería
imposible contarlos, unos ojos que transmitían una gran ola de sentimientos.
•Clic. Foto. Entonces quité el zoom a la cámara para poder ver a quién
pertenecían esos ojos que se encontraba a escasos metros de mí.
Era un joven blanquecino, de pelo castaño y rizado un tanto
enmarañado, y de pronto sonríe, sonríe y sé que de alguna forma conozco esa
sonrisa, sonrisa y una par de hoyuelos se dibuja en cada una de sus mejillas,
¿me estaba sonriendo?
Quité la cámara de mis ojos y observé la escena real que se
desempeñaba delante de mí, aquella sonrisa que había regalado el joven de ojos
verdes, no era en absoluto para mí, sino para otra chica que correteaba a su
alrededor cual mosca tras la miel. “Patético”, -Pensé antes de poner los ojos
en blanco. Pero sabía que en realidad aquello me molestaba, ¿por qué? ¡Porque
aquellos ojos verdes no eran unos cualquiera! Yo los conocía, ¡juraría que los
conocía!
Comencé a andar hacía ellos con la intención de pasar por su
lado y a continuación seguir con mi paseo, pero por desgracia pisé una pelota
que sin saber como había acabado ante mis narices, y caí al suelo.
-Oh, genial. –ironicé levantándome a la vez que me sacudía
los pantalones, y entonces vi como se fijaba en mi, su mirada me recorrió de
arriba abajo y de pronto su ceño se frunció y ladeo ligeramente la cabeza.
¿Tengo monos?
-¡Harry! ¿Vamos a por un helado? –preguntó la chillona voz
de aquella joven que le acompañaba para sacarlo de su anonadamiento. Ya me
había caído mal, mira por donde…
Y él tras sacudir la cabeza contestó con un simplemente
asentimiento y se alejó de mí haciendo que necesitara perseguirle, pero lo
único que se me ocurrió hacer fue fotografiar a su persona alejándose.
Suspiré y continué andando hasta que salí de aquel parque
para encontrarme de nuevo en el tugurio de la ciudad justo cuando las tripas
comenzaron a rugirme, ugh tenía hambre. ¿Pizza? Sí, una pizza estaría bien.
[…]
-Una mediana de atún y Bacon. –pedí cuando me tocó mi turno
en aquella pizzería que había encontrado, era como una versión inglesa del
típico Domino’s pizza Americano.
Y entonces por primera vez me fije en ella, en la
trabajadora que llevaba una camiseta roja con el logo del local y tenía une
mirada soñadora, mirada que no debería estar aquí. Sentía que volvería a
encontrarme con aquella chica, aunque no sabía si sería para bien o para mal,
pero sabía que una pizza no sería lo único que habría entre nosotras.
-¿Para tomar o para llevar? –preguntó la susodicha.
-Para llevar por favor. –Contesté educadamente y tras darme
mi número y cobrarme me dispuse a esperar para recoger mi pedido, y entonces
aquella chica que seguía tomando pedidos levanto la vista al escuchar una voz,
voz que yo no reconocía, pero al parecer ella sí, aunque al mirar hacía la
puerta no tarde en detectar al chico de ojos verdes, aquel tal Harry, sin su
pesada acompañante colocándose en el final de la cola.
Entonces fue cuando la chica musitó un –“Otra vez no…”,
entres dientes y no pude evitar reír al ver como él le hacía un gesto a la vez
que le sacaba la lengua al mantener contacto visual con ella. ¿Sería otra de
sus ligues? Sin saber porque… parecía ser todo un rompe corazones, pero el mío
estaba recubierto de goma elástica, se estira mucho, pero no se rompe.
______________________________________________
¡Hola!
¿Qué tal gentecilla maravillosa? Nuria y yo (Taylor) sentimos muchísimo el retraso, pero esperamos poder recompensaros con los próximos capítulos(;
Como siempre disfrutad con la lectura y dejad volar vuestras imaginaciones(;
Muchas gracias a todas las que nos dejáis esos comentarios tan maravillosos :D
~Att: Nuria & Taylor
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)