[…]
Tras un camino un tanto peculiar, debido a las incómodas
preguntas de Harry, las cuales esquivaba como bien podía, llegamos en frente de
una casa sencilla, pero a la vez sofisticada.
Atravesamos un pequeño camino bordeado por césped y llegamos
a una puerta lacada de blanco que sin más dilación abrió.
-Adelante. –Comentó sujetando la puerta.
-Espero que esto no sea una nueva técnica de secuestro.
–Comenté a la vez que me adentraba en el recibidor de aquella casa, el cual
estaba decorado por un taquillón con un bonito espejo, en el cual eché un breve
vistazo para ver como iba en aquellos momentos.
-Tranquila, -comenzó a hablar. –No tengo tanto interés.
-Entonces interés si que tienes. –Contesté adentrándome
hacía el salón como si ya conociera aquella casa. Me resultaba tan familiar. Y
al entrar en el suso dicho salón me pude ver en una foto sobre la librería,
¡una foto que también tenía yo! Era la misma foto que me hizo tropezar y caer en mi última noche en
Chicago.
-Es totalmente mínimo. –Concretó siguiéndome a la vez que
dejaba las pizzas sobre la mesa y yo le imité dejando la mía. Pero mi cabeza ya
estaba en otro sitió. ¿Cómo iba a reaccionar cuando los viera a todos? ¿Me
recordarían? ¿Debería contarles mis sospechas? Suspiré y sacudí la cabeza para
disipar todas aquellas preguntas que me nublaban la mente.
-Dijiste que no íbamos a estar solos. –Cambié de tema, y en
ese justo momento sonó el timbre, si antes hablo…
-Y no mentía. –Me sacó la lengua a la vez que se dirigía
hacía la puerta. –Siéntate si quieres. –Comentó cuando ya no podía verlo. Y
tras un suspiró me dejé caer en aquel mullido sofá, justo un segundo antes de
comenzar a escuchar un barulló de voces masculinas. Y tras estás todos
comenzaron a entrar en el salón. Bien, ya había enrojecido al notar todos sus
ojos sobre mí.
-¿Taylor? –preguntó Louis con el entrecejo fruncido. -¿Cómo
tu por aquí? –Formuló otra pregunta aquel chico al que había “conocido” en el
avión. Pero Harry contestó antes que yo.
-Estaba persiguiéndome así que he dicho… ¡voy a invitarla a
que cene con nosotros! –Comentó haciendo que todos rieran.
-¡Oh, vamos! No mientas, no he estado siguiéndote. –Me quejé
poniéndome en pie ya que me sentía mal siendo la única que estaba sentada.
-No serías la primera. –Rio el ricitos.
-Relaja la raja cariño. –Sugerí con un guiño incluido, pero
aunque intentaba disimularlo me sentía un tanto intimidad bajo la mirada de
aquellos diez ojos que me analizaban, unos más intensamente que otros. Y estaba
segura de que podía reconocerlos a todos ellos.
-¡Bueno Taylor! –exclamó Louis, que parecía ser el líder del
grupo en estos momentos. –Ya que Harry no hace los honores, te presentaré…
-carraspeó. –Este moreno que tenemos aquí es… -¡Zayn! Exclamó mi yo interior,
podía reconocerlo, sus ojos intensamente marrones, aquel pelo negro azabache y
esa media sonrisa no habían cambiado en absoluto, y parecían totalmente
recientes en mi cabeza. –Zayn. –Afirmó mis sospechas, mientras que el
interpelado hacía un gesto en forma de saludo con la cabeza, ¿seguiría siendo
tan vergonzoso como de pequeño? –Este rubio de aquí, o nuestro elfo, como
solemos llamarlo es Niall. –Lo sabía, aquellos ojos azules celestes remarcados
con sus peculiares mofletes decorados con pequeñas pecas, no habían cambiado en
absoluto y su pelo rubio continuaba igual de perfecto. ¿Podrían notar lo que
estaba pasando por mi interior? Porque juro que me temblaban las rodillas, y no
podría articular ni una sola palabra. –Y por último, pero no menos importante…
-continúo Louis, al cual no estaba haciendo mucho caso, debido a que ya conocía
los nombres de los allí presentes. –Tenemos a Liam. –Señaló al joven de pelo
corto y castaño que se encontraba a su derecha y sus amables ojos marrones se
posaron sobre mí con una mirada de ternura acompañándola con una sonrisa.
-¿No conocemos? –preguntó este último dejándome totalmente
atónita, ¿debería decirles la verdad? Supongo que sí.
-No creo, -musité… ¿Qué dices Taylor? –Llegué ayer mismo de
Chicago. –Me encogí de hombros.
-¿Esa cámara es tuya? –preguntó el rubio, Niall, a la vez
que cogía la cámara que ni siquiera recordaba haber dejado sobre la mesa, justo
al lado de mi bolso.
-Ah, esto… sí. –Afirmé un tanto avergonzada. –Pero no hay
nada interesante, -Y en el momento en que la encendió me regaló una mirada
interrogante… ¡Mierda! La última foto que había tomado eran los ojos de Harry.
En mis ojos se reflejó la vergüenza y el miedo que sentía en aquel momento en
mi interior así que él disimuló y apagando la cámara la dejó dónde estaba. Y se
lo agradecí con la mirada disimulada mientras los demás habían comenzado una
conversación y se repartieron por los sofás, así que me deje caer en el mismo
lugar que antes, al lado de Zayn ahora.
[…]
-¡Coméis como cerdos! –exclamé al ver como Niall y Louis se
aventuraban en una carrera por ver quién comía mas pizza en menos tiempo, teniendo como ganador al rubio
que comenzó a cantar victoria con la boca todavía llena de comida.
-Tú comes como un niñita. –Se burló Harry de mí a la vez que
abría una lata de cerveza y yo arqueé una ceja mientras le imitaba y abría otra
lata. –Oh, la princesita bebe cerveza.
-¿Me lo prohibirás tu? –pregunté dando un trago y tras ello
le mire de manera desafiante mientras que los demás observaban la escena
expectantes.
-Bueno, es mía. –Atacó.
-Pero me has invitado a cenar. –Me defendí.
-¿Cuánto podríais aguantar sin pelearos? –preguntó Zayn
mirándonos a la vez que reía.
-¿Apostamos? –preguntó Louis, dirigiéndose a Liam, Niall y
Zayn. ¿Qué? ¡Hola, seguimos aquí! Harry y yo compartimos una mirada cómplice y
sonreímos.
-¿Cuánto? –pregunto.
-Vosotros no entráis en la apuesta. –Recalcó Liam.
-Eso no es justo. –Nos defendí. –A ver, hagan sus apuestas
señoras y señores. –Dije sacando un pequeño cuaderno de mi bolso junto con un
bolígrafo.
-Esta bien… -musitó Zayn tomando el cuaderno y anotando en
el: •Zayn – 1 semana.
Y siguiendo ese mecanismo, añadieron Liam, Louis y Niall sus
apuestas.
•Liam – 2 días
•Louis – 5 días
• Niall – 1 semana
-Bien Taylor, ¿cuánto aguantamos? –preguntó Harry tomando el
cuaderno.
-¿Cuál es la máxima apuesta? –pregunté cruzando las piernas
sobre el sofá.
-Una semana. –Rio a la vez que negaba con la cabeza.
-¿Una semana y un día? –pregunté y él asintió aceptando a la
vez que comenzaba a escribir.
-Sí os ganamos… -Comenzó a hablar el ricitos, -tendréis que…
-Vi como sus ojos se posaron sobre una foto que había en la librería, yo
también aparecía en ella, aunque no me había percatado de ella hasta aquel
momento, todos estábamos disfrazados de Teletubies, durante un segundo Harry me
miró con el ceño fruncido, pero después negó con la cabeza y continuó hablando. –Tendréis que ir a clase
vestidos de Teletubies durante un día entero.
-Aceptamos. –Habló Louis, -en cambio, si perdéis vosotros…
-Se hizo el pensativo. –Deberéis actuar juntos en el concurso de talentos.
–Sentenció, ¡espera! ¿Concurso de talentos? Yo no tengo de eso…
-Aceptamos. –Concluyó Harry.
-¿Aceptamos? –pregunté mirándole aterrada.
-Sí. –Afirmó sonriendo. –Os veré vestidos de Teletubies
dentro de una semana y un día queridos.
[…]
-Hasta mañana. –Dijo Harry cerrando la puerta de su casa.
-Nos vemos. –Comentaron Liam, Louis y Niall que comenzaron a
andar hacía la derecha camino a sus respectivas casas y Zayn se me quedó
mirando a la vez que comenzaba a andar hacía la izquierda.
-¿Vienes por aquí? –preguntó y yo comencé a andar a su lado.
-No lo sé. –Confesé.
-¿No lo sabes? –preguntó riendo a la vez que sacaba un
cigarrillo y se lo encendía. ¿Desde
cuando fumaba? Estaba claro que cuando tenía siete años no lo hacía, ¡por Dios
que pensamiento mas estúpido!
-No, -dije sacando un papel arrugado del bolsillo trasero de
mi pantalón y se lo entregué. –Mi apartamento esta allí. Pero no sé como ir.
–Confesé.
-Creo que sé donde es. –Sonrió. –Te acompaño.
-Oh, no es necesario. Creo que me las apañaré si me explicas
como llegar. –Comenté nerviosa.
-No importa, así podemos hablar un rato. –Sonrió y sus ojos
se posaron sobre los míos, sobre mis dos ojos azules ligeramente grisáceos.
-Antes… -comenzó a hablar. –Cuando Liam te ha preguntado si
os conocíais… has mentido. –Afirmó seguro.
-¿Qué? –pregunté. ¿Me había reconocido? ¿Se acordaba de mí?
-Tú eres Taylor, nuestra Taylor, y tus ojos no pueden
engañarme. –Yo suspiré y asentí con la cabeza. - ¿Por qué no lo has dicho?
–preguntó con expresión confusa.
-Supongo que… tenía miedo. –Me encogí de hombros. –Miedo a
que no me recordarais. –Comenté agachando la cabeza. Él rio echando la cabeza
por detrás, y esa música resulto ser música en mis oídos.
-En Harry al menos, has producido la misma reacción que hace
unos años. –Bromeó y yo le miré con las cejas elevadas. –No diré nada. –Afirmó.
-Gracias,… -Me interrumpió.
-No, -negó. –Tú se lo dirás mañana. –Me guiñó un ojo. ¿Qué?
[…]
Genial, primer día de clase y ya llegaba tarde.
Cruce la puerta de entrada de la universidad justo en el momento
en que el timbre rompía a sonar. Iba vestida con unos pantalones vaqueros
claros con un pequeño agujero en la rodilla. Una camiseta de manga corta con
calados de color rosa pastel y unas converses blancas. Mi mochila colgaba de mi
hombro derecho y rebotaba sobre mi cadera a la vez que corría para llegar al
salón de actos antes de que todo el mundo estuviera allí y llamara la atención
por llegar tarde.
Al acercarme a la gran puerta del suso dicho espacio pude
ver los inconfundibles rizos de Harry sobre las demás cabezas y centrándome un
poco más reconocí al resto de los chicos allí también. Y… ¿La chica de la
pizzería? ¿Qué hacía allí?
Me acerqué sonriendo y cuando recordé la apuesta abracé a
Harry en señal de saludo.
-¿Y ente entusiasmo? –susurró apretándome a él. -¿Ya te ha
gustado la apuesta, eh?-rió en mi oído, y pude notar como algo nuevo despertaba
en mi interior.
-En realidad me están dando nauseas. –Susurré antes de
separarme, para encontrarme con la mirada de aquella chica sobre mí, analizándome
con asco y… ¿envidia?
Claramente le gustaba Harry, demasiado.
-¡Hola chicos! –exclamé, ignorando a aquella chica.
-¡Eeey Taylor! –exclamó Zayn feliz. -¿Sabes que los batidos
de zanahorias de Louis son comestibles? – rió y el interpelado le propinó una
colleja, de la cual se quejó y yo no pude evitar reír.
-¿Entramos? –pregunté, y ellos asintieron. Vi como aquella chica se quedaba fuera y
entonces Zayn dijo – ¿Vienes Nuria? – Y ella limitándose a asentir paso detrás
de nosotros y nos colocamos en unas butacas, mientras un seños calvo comenzaba
a hablar.
Nuria, bonito nombre. –pensé a la vez que una risotada
estallaba en mi cabeza. –Pobre chica.
Siguiente!! Esque es tan hdbgLSIEHUYDLGUYS78Y6767TGY55555 Me encanta!! *-*
ResponderEliminarOHH!!! Quieroo el siguientee!!
ResponderEliminarPD: Me gussta la apuesta! Jejeje! Aunque no sé yo si aguantarán Jejeje
Sube prontitooooooooo! Jo Taylor ahora quiero saber si Nuria te arrancará todos los pelos de la cabeza (xD)
ResponderEliminarBesisssssss;)